“He intentado distanciarme de mi propia historia para escribir este libro”, dice. “Sé que con él puedo ayudar a mucha gente”. El caso que está en el fondo de El huracán y la mariposa es esa niña (el huracán) que, una vez adoptada, exhibe “el trastorno del desapego”. Lo explica Guerrero: “Cuando hay una disfunción entre el vínculo del niño en sus primeros años, ¡o en sus primeros meses!, con quienes lo cuidan, ese vínculo se rompe, se acaba el apego. Y el niño desconfía de todo el mundo”.