Nuestra visión de la ADOPCIÓN

En AFADENA, trabajamos para que nuestros hijos e hijas vivan en un entorno estable y seguro, que responda a sus necesidades emocionales, materiales, y sociales, donde tengan la oportunidad de tener experiencias vitales positivas que les ayuden a superar el trauma por adversidad temprana y el sufrimiento que, en su infancia, han padecido, de forma que puedan tener una vida plenamente satisfactoria.

Consideramos que la familia adoptante es el lugar donde nuestros hijos/as disponen de la protección, seguridad y establecimiento de los sentimientos de pertenencia y permanencia, que tanto necesitan.

Basándonos en el principio de que la adopción es una medida de protección del menor, consideramos que nuestros hijos/as son víctimas con experiencias de abandono temprano y nada de lo que les sucede es porque son adoptados, sino porque en su día fueron abandonados o sufrieron pérdidas traumáticas. Por eso, consideramos que la adopción no es una categoría diagnóstica, sino una medida de reparación de esas experiencias negativas de abandono y pérdida y una verdadera apuesta por la protección de los menores adoptados.

Nuestro interés está en realizar una aportación al bienestar de los hijos e hijas, de los padres y  las madres. Nos mueve un compromiso adquirido con nuestras hijas e hijos, aquellos que un día incorporamos a nuestras vidas en nombre de la “protección del menor” y “los derechos de la infancia”.

También nos parece relevante reseñar que el programa de actividades de AFADENA contribuye directamente en la mejora del nivel formativo de los padres y madres adoptivas, familia extensa, profesionales y demás personas participantes, así como en la facilitación de importantes baterías de estrategias y herramientas para la gestión de los aspectos más relevantes presentes, en mayor o menor medida, en la vida de todas las familias adoptivas, durante todo el proceso.

En AFADENA estamos convencidos de que la formación genera sensibilización, por ello, una gran parte de nuestro programa tiene un explícito sentido formativo, tanto para las familias como para el resto de intervinientes en los procesos de adopción.

Nos parece muy relevante el espacio de encuentro de familias que la mayoría de actuaciones proporcionan, donde éstas pueden compartir experiencias, emociones, dificultades, soluciones y comprensión.